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DE OBRERO A EMPRESARIO

05/06/2012 16:29 By Nancy Herrera

OMAHA, Nebraska — Juan González es originario de San Julián, Jalisco, México. Llegó a Estados Unidos en 1985 y durante sus inicios como empleado de las empacadoras se las ingeniaba para vender un par de botas aquí y otro allá, hasta llegar a convertirse desde hace 14 años en empresario importador de cerámica y artesanías de Jalisco y artículos de piel de Guanajuato.

La transición de obrero a comerciante le tomó tiempo, determinación, altibajos y retos... muchos retos. Uno de ellos fue vencer el temor a ser indocumentado y no contar con el respaldo legal que da una identidad en un país ajeno al propio.

Esto es especialmente difícil cuando se quiere establecer un negocio, se desconocen los procedimientos y hay que entenderse con las autoridades gubernamentales respectivas.

Pero todo ello no detuvo la carrera de González, quien hoy en día cuenta con una amplia clientela, y un 90% de ella son clientes anglosajones.

"Si uno quiere hacer algo tiene que arriesgarse, no pensar en los obstáculos, ni siquiera en el dinero. Yo empecé con un par de botas ofreciéndoselas a mis conocidos, o a veces iba a diferentes lugares de trabajo como restaurantes o fabricas a enseñarlas", recordó el hombre.

"No tenía grandes cantidades de dinero para empezar pero sí contaba con mucho ánimo y valor para aguantar lo que viniera", expresó el Mexicano.

Dos de las cuatro tiendas con las que actualmente cuenta González se encuentran sobre la calle 24, en Omaha, una enfrente de la otra. Ambas son de amplias dimensiones, parecidas a bodegas, en la que cada rincón de ellas está cubierto de productos.

En la tienda World of Mexican Pottery se ofrecen artísticas piezas artesanales, entre las que sobresalen cazuelas, macetas, espejos, juguetes tradicionales y decoraciones de latón.

Y la tienda El Vaquero despide el típico olor a piel. Allí se pueden admirar infinidad de sombreros de diversos estilos, botas para dama y caballeros en variados diseños, cinturones, chalecos y hasta camisas vaqueras.

González destacó el papel del inmigrante en este país como consumidor y fuente de ingresos para la economía estadounidense.

Dijo que el latino "gasta, trabaja duro y consume, además de que es pagador".

"Por eso vemos tantos comerciales con publicidad en español", opinó. Pero aseguró que no sólo de esa manera contribuye a la economía, sino también a través del pago de impuestos, lo cual realiza aunque sea indocumentado. Dijo que muchas personas declaran sus impuestos y a veces no reciben del gobierno el reintegro que les corresponden.

"Para avanzar y lograr metas es necesario tomar responsabilidad por cada uno de los resultados que una acción traiga", dijo el empresario.

"No hay barrera de idioma, ni recursos o documentos legales cuando se tiene perseverancia", expresó y añadió que él ha atravesado todas esas posibles barreras y a todas ha sobrevivido precisamente por no pensar en ellas, sino simplemente enfrentarlas llegado el momento.